2014 será el año que vivamos peligrosamente si no nos acostumbramos
a andar a oscuras en casa, y el año en que miraremos con envidia a mejores
tiempos pasados, como por ejemplo, al “Siglo de las Luces”. No habiendo
transcurrido tanto tiempo desde el reciente apagón analógico, ahora se
producirá el apagón doméstico voluntario en muchas casas. En definitiva, tendrán
lugar una serie de visibles (aunque no luminosos) cambios en Panderetilandia, y
costumbres que se habían convertido parte de nuestras vidas ahora brillarán por
su ausencia. A saber:
1.-Empezaremos con los cánticos, himnos y salmos varios que
comienzan en Nochebuena pero que continúan en Nochevieja. En la entrada al Año
Nuevo, caerán en desuso el “Campana sobre campana”, “Pero mira cómo beben” y el
“Torito bravo” (ese que lleva botines y no va descalzo) por el “Apaga luz,
Mariluz, apaga luz, que yo no puedo vivir con (ni pagar) tanta luz”.
2.-Ya en la Noche de Reyes, el caos reinará el cielo (y esta
vez no por culpa de Air Nostrum): la Estrella de Belén brillará solo a ratitos,
para ahorrar un poco. Que no nos sorprenda que los Reyes Magos se pierdan y que no lleguen los regalos a
alguna casa este año o, incluso, que algún rey se
tropiece en la oscuridad y se fastidie la cadera.
3.-También habrá cambios con efectos positivos. Por ejemplo,
se reducirá la contaminación lumínica del país, en la cual, por cierto, tenía
gran culpa mi vecino de enfrente, que engalanaba todas las festividades el
porche de su adosado desde mediados de diciembre a mediados de enero con una
iluminación digna de un Gran Premio nocturno de Formula 1 en Bahréin.
4.-Por otra parte, presenciaremos una vuelta a la moda
vintage en las relaciones de pareja: se impondrá el hacer el amor a oscuras,
como nuestros/as abuelos/as.
5.-Las relaciones de pareja, otrora abocadas al hastío,
revivirán el efecto 'luna de miel' y mejorarán al sustituirse la luz eléctrica en
las cenas por un par de velitas románticas. Y si ya se usasen algunas aromáticas
con efecto relajante (para aflojar tensiones relacionales acumuladas) o
afrodisíaco (para tensar músculos de ciertas partes del cuerpo), pues ya sería
el acabose. Además, se realizarán mayores esfuerzos para mirar a nuestra pareja
con brillantes ojos de enamorados, y aprovechar el tirón 'Gusy-luz' para leer,
coser, etc.
6.-El patrón de cortejo en nuestra especie dará un nuevo
giro de tuerca. Pero no volveremos a la situación de antaño en la que, cuando
un mozo pretendía a una mujer, esta le inquiría si “tenía vacas”, ni si “tenía
pinos”, y ya en la versión actual si tenía alguna posibilidad de conseguir
trabajo y salir del domicilio paterno. No, ahora la pregunta a formular al mozo
en cuestión será si tiene un vivero de luciérnagas.
7.-Como parece ser que los apagones masivos en una
zona geográfica determinada inducen a un notable aumento de comportamiento
sexual y nacimientos posteriores, especialmente aquellos relacionados con una
causa que provoca sensación de inseguridad en la población, estamos a las
puertas de un nuevo Baby Boom en Panderetilandia. De esta aumentará la población
a tal escala, que como salten a la vez todos los futuros panderetilandieros, que
se anden al loro los chinos.
8.-Se apagarán algunos aparatos eléctricos, con lo que nuestros
momentos de asueto y ocio ya no orbitarán en torno a la televisión, con su
programación cultural tan variada y amena en cualquiera de sus canales. En su
lugar, vaciaremos la “caja tonta” (ahora con más razón podremos ser políticamente
algo más correctos y llamarla “de pocas luces”), y meter algunos muñecos de
polichinela en tele. Franceses también nos sirven.
9.-Se dará fin naturalmente y sin ningún tipo de litigio ni
confrontación social a la fiesta nacional de Panderetilandia, ya que será
inmoral que los toreros hagan la faena en cueros por no poder pagar, ni
siquiera con sus ingresos, a los sastres que confeccionen sus trajes de luces.
10.-Y como suele ocurrir, la clase política será la gran
beneficiada de todo esto. Algunos, los que tengan pocas luces, por lo que se
ahorrarán; y otros, los más brillantes, porque al abandonar sus cargos
políticos, tendrán reservado algún puesto en una empresa eléctrica.
Rajoy sigue ejecutando lo que dictan en Bruselas
ReplyDeletey mientras tanto las casas ya se iluminan con velas.
Y el abuelo,pobre hombre, con su mísera pensión
no se toma las pastillas que tiene pa la tensión
así ahorra 4 duros que comparte con su nuera
la que no tiene trabajo aunque acabó la carrera,
con el marido parado y estafado en preferentes
y con 3 hijos que solo pueden comer carne el viernes
santo, santo, santo pueblo que no explota
y coge a sus dirigentes y les corta las pelotas.
Santo, santo, santo es el Sr. y tenemos más paciencia que el jodido santo Job.
¡Muy bueno, Kanif! Aunque es una pena que haya que escribir estas cosas, sí. :-(
DeleteRecuérdame que actualice el blog para que añada por ahí alguna cláusula en la que se impida a los comentaristas ser más ocurrentes que el bloguero. ;-)
¡Un abrazo!